15 julio, 2006

Locura y Amor


La primera vez que se jugó a las escondidas en la tierra no jugaron personas, jugaron sentimientos.
Dicen que fue la iniciativa quien lo propuso y el entusiasmo bailó de jubilo y la siguió la euforia. La alegría dio tantos saltos que terminó por convencer incluso a la duda y a la apatía y aunque no todos quisieron participar (la verdad prefirió no esconderse, porque al final siempre la hallaban) la locura empezó a contar. 1, 2, 3...

La primera en esconderse fue la pereza, dejándose caer tras la primera piedra del camino. La generosidad casi no alcanzó a esconderse por que cada escondite que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos: un lago cristalino ideal para la belleza, una hendija en un árbol perfecta para la timidez. Una ráfaga de viento magnífico para la libertad... Así que terminó por acurrucarse en un rayo de sol mientras el egoísmo permanecía en un sitio mejor, pero sólo para él. La mentira por su parte se escondió en el fondo del mar, la pasión y el deseo en el centro de un volcán.

Uno a uno todos los sentimientos fueron escondiéndose y entonces la locura comenzó a buscar. Encontró a la fe conversando con Dios y cerca de ella a la envidia, que se encontraba a la sombra del triunfo. En el lago halló a la belleza y aún decidiéndose por algún lugar descubrió a la duda. Poco a poco fue encontrando a todos: al talento entre la hierba, a la angustia en una cueva oscura, a la soberbia en la cima de una gran montaña...

Sólo el amor continuaba oculto aunque la locura lo buscó detrás de cada árbol, en cada río y en todos los mares pero cuando ya estaba a punto de darse por vencida, divisó un simple rosal y entre sus flores lo encontró. Decidió aparecerse por sorpresa como siempre el amor solía hacer y cuando empezó a mover las ramas escuchó un quejido que ya no era de sorpresa, sino de dolor: Las espinas del rosal habían herido al amor en los ojos y lo habían dejado ciego!! La locura no sabía que hacer para disculparse por el accidente y lloró e imploró y prometió al amor que desde entonces siempre sería su fiel guía.

Desde entonces, desde que por primera vez se jugó a las escondidas en la tierra, el amor es ciego, y la locura siempre lo acompaña...

5 Comments:

Blogger el astudillo said...

Este es un bello cuento.
Y lo mejor de todo, es que explica MUCHAS cosas, jajajaja.
Besos.
El Astudillo

11:59 p. m.  
Blogger Danyangel said...

Interesante manera de ver y entender el famoso juego popular.
Bienvenida.
saludos
Dany

1:24 p. m.  
Blogger Miguel Angel Peláez said...

...Y el ASOMBRO quedó a mi lado para leer tu texto y así disfrutar los dos, despacio, saboreando cada uno de tus parrafos e imaginando el preciosos cuento, lleno de bailes de sentimientos.

Él me pidió imprimirlo y abandonar la pantalla. Una vez hecho se lo leí en alto para ir los dos sonriendo a medida que nos acercábamos a descubrir si el amor se descubriría o no ante la locura.

El final es cierto, pues ¿qué sería del amor sin locura o de la locura sin una brizna de amor?.

Me encantó!!!

5:28 a. m.  
Blogger CABEZÓN said...

Hola:
Primero que nada gracia por tu visita, y espero que me sigas visitando.
El texto me parece liadísimo, creo que ya lo había escuchado o visto en algún lado, claro que ahora lo observe con atención fijándome en los detalles, me gusto el escondite de la pasión, creo que no pudo elegir mejor lugar que un volcán, ardiente como la sangre cuando hay amor.
Ya po amiguita espero que vuelvas por mi escondite, cuídate y chauuu…

7:35 p. m.  
Blogger Clau said...

Hola Tocalla!
Gracias por la visita. Te mando mucho cibercariño para tí y fuerza!

9:33 a. m.  

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